Blog sobre la sostenibilidad educativa

Día Internacional de la Energía Limpia: Estrategias para ahorrar energía en el aula

Lunes, 20 de enero de 2025

 

La Asamblea General de la ONU declaró el 26 de enero como Día Internacional de la Energía Limpia con el objetivo de concienciar y movilizar hacia una energía más sostenible en beneficio de las personas y el planeta.

Pero, ¿a qué nos referimos cuando hablamos de energía limpia? La energía limpia es cualquier fuente de energía que cause un impacto ambiental mínimo, no emitiendo gases de efecto invernadero durante su producción y uso; ya que gran cantidad de los gases de efecto invernadero que cubren la Tierra y atrapan el calor del Sol se generan debido a la producción de energía mediante la quema de combustibles fósiles (petróleo, carbón o gas).

En un mundo en lucha contra el cambio climático, adoptar energías limpias, accesibles, asequibles económicamente, sostenibles y confiables es clave; pero también hemos de mejorar la eficiencia energética, algo que está en nuestras manos y que puede contribuir enormemente a crear entornos mejores. Se trata de consumir menos energía para obtener los mismos resultados, mediante tecnologías más eficientes. Se ahorra dinero, se contamina menos y se contribuye a garantizar el acceso universal a la energía sostenible.

¿Cómo podemos conseguirlo en nuestra escuela?

Implementar la eficiencia energética en el aula no solo genera un impacto positivo en el medioambiente, sino que también nos ayuda a enseñar a los estudiantes a ser ciudadanos responsables y conscientes de su entorno. Además, la reducción del consumo energético puede liberar recursos que la escuela podría destinar a otras necesidades educativas.

Estas son algunas estrategias simples y efectivas que como docente puedes aplicar en tu día a día para fomentar el ahorro energético en tu aula:

  • Apagar luces y dispositivos cuando no se estén usando: En el aula es muy común que dejemos las luces encendidas en momentos en los que no hay nadie presente: cuando vamos a otras aulas (de música, educación física…), en las horas de patio o comedor… Si asignamos cada semana un encargado/a de apagar las luces en esos momentos estaremos concienciando a los estudiantes, además de otorgarles una responsabilidad. Además, es importante recordar al alumnado que apague los dispositivos electrónicos al final del día en lugar de dejarlos en reposo. ¡Los pequeños gestos marcan la diferencia!
  • Aprovechar al máximo la luz natural: Si tenemos la suerte de disponer de luz natural suficiente, habrá muchas horas lectivas en las que no sea necesario encender las luces. Con esto no solo ahorramos energía, sino que también creamos un ambiente de aprendizaje más cómodo y agradable.
  • Mantener una temperatura adecuada: El uso excesivo de la calefacción o del aire acondicionado puede aumentar considerablemente el consumo energético y con ello la emisión de gases de efecto invernadero. Si tenemos la oportunidad, hemos de ajustar el termostato del aula con una temperatura razonable. Fijar la calefacción entre 18 y 21 grados en invierno y el aire acondicionado entre 24 y 26 grados en verano es suficiente para mantener un ambiente cómodo y eficiente. Asimismo, invitando a nuestro alumnado a adoptar hábitos como abrigarse adecuadamente en los meses más fríos, o a llevar ropas ligeras en los de más calor reduciremos la dependencia de estos sistemas.
  • Promover una energía eficiente: Para evitar que la temperatura del aula se vea afectada por fugas de aislamiento, localizad las corrientes de aire que pueda haber en clase o el pasillo y comprobad si pueden venir de puertas o ventanas mal sellados. Si hay alguno, podéis avisar al responsable de mantenimiento para que los tape, o hacerlo vosotros con su ayuda. Con ese simple gesto, se puede ahorrar cerca del 30% de la energía usada en calefacción y/o aire acondicionado.
  • Juegos y actividades sobre consumo responsable de energía: Involucrar a los estudiantes en actividades que les permitan entender el impacto de sus acciones es esencial. Con actividades como los Talleres con el voluntariado de Hazlo Verde o realizando vuestro trabajo de participación, estás concienciando en ahorro de energía y protección al medioambiente mientras tu alumnado se divierte.

Esperamos que estas ideas te ayuden a promover el ahorro de energía en el aula y que, a su vez, puedan expandirse a otras aulas e incluso a los hogares de tu alumnado. Como sabes, ¡cada pequeña acción cuenta! Convierte a tu alumnos y alumnas en agentes de cambio para que puedan convencer al resto de la comunidad educativa de que hay que ser más sostenible.

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